martes, 29 de junio de 2010

¿Sirve la aplicación de la tecnología en la pelota?


Mucho se ha hablado hasta aquí de Jabulani, la pelota de este Mundial. Se dice que es más rápida, más movediza, que ante un cambio de frente o pelotazo es imposible dominarla, que si pica sale disparada y que es muy dificil para los arqueros tener control sobre ella en el aire. También se dice que ha sido diseñada especialmente para ver una mayor cantidad de goles y que el certamen sea más atractivo.

Sin embargo, las estadísticas demuestran lo contrario, al menos en los últimos cuatro mundiales. En Francia 1998, se han convertido 126 tantos durante la fase de grupos, siendo el anfitrión, con 9, el máximo goleador en su zona.

En Corea – Japón 2002, el número de conquistas aumentó, aunque fue la única vez que sucedió esto en los últimos doce años. En ese campeonato, tanto Brasil como Alemania (ambos fueron finalistas; Brasil campeón) convirtieron 11 tantos cada uno, liderando las zonas B y E, respectivamente. Cuatro años más tarde, la efectividad volvió a descender; esta vez, 117 fueron los goles marcados en la ronda inicial, en la que el local, Argentina y España consiguieron anotarse con 8.

Finalmente, ante tanta discusión y empeño por parte de la FIFA para ver partidos más atractivos a base de goles, Jabulani, a pesar de todas las modificaciones que sufrió con respecto a los balones anteriores, no dio el resultado esperado, ya que apenas se gritaron 101 tantos en la primera fase.

Habrá que analizar si la pelota realmente influye, ya que las estadísticas demuestran lo contrario. Deberá focalizarse más y mejor en el nivel de juego de las selecciones, que hasta aquí han demostrado un bajo rendimiento colectivo, y dejar de hacerle cambios a la protagonista del espectaculo.

Los balones de los últimos Mundiales
Francia 1998: Tricolore
Corea-Japón 2002: Fevernova
Alemania 2006: Teamgueist
Sudáfrica 2010: Jabulani

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